domingo, 2 de octubre de 2016

Reflexión final
Esta actividad resultó ser tanto desafiante como entretenida, nos dio a todos un reto donde tuvimos que usar todos nuestros conocimientos al alcance. Un aprendizaje que me dejó fue saber cómo trabajar bajo presión en un tiempo dado y encontrar una solución con la información y los recursos que me proveen.
Una recomendación que haría es que empezarán a explicar el objetivo del proyecto desde el primer día y no el segundo, con el fin de tener ideas más claras y concretas, porque sentí que pude elegir una mejor opción para mi código, pero tome la primera que me funcionó y no la que me daría un óptimo resultado.
Lo que más me gustó fue el reto de inteligencia artificial, pues me llevó a pensar más allá para encontrar una solución a todos los posibles casos que se pudieran presentar. Igualmente, fue fascinante poner a prueba tu código una y otra vez en contra de una computadora y contra otros estudiantes. De esta manera, uno podía medir su desempeño y si iba mejorando.
Debo decir que lo que menos me gustó fue el concurso de programación inicial, no por la actividad en sí, sino por el tiempo que se le dedicó cuando nos pudimos enfocar más en el concurso de la Oruga. No obstante, fue buen calentamiento.
Si le recomendara esta actividad a un amigo, lo cual sí haría, le sugeriría que tenga muy claros los conceptos de Python porque cosas pequeñas le pueden causar grandes problemas. Igualmente, debe mantener la calma en todo momento, porque es fácil descontrolarse lo que lleva a confusión y dificulta hallar la solución.

En conclusión, esta fue una experiencia agradable que creó que si impactó de forma positiva a mi desempeño en la carrera de ISC.

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